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Libertella nos cuenta escenas de iniciación y bautismos laicos, todo ese deslumbramiento que producen las cosas cuando se ven (y se escuchan) por primera vez: “El primer disco propio que tuve fue El amor después del amor, editado en el ya remoto 1992. Me lo compró mi zeide Tobías en un Musimundo del barrio de Belgrano y todavía lo tengo”. Leer más