Récord dulce en Gilbert: Carpa Azul presentó un árbol de 2,45 metros y más de 100 kilos de chocolate

Por tercer año consecutivo, la chocolatería de Pueblo Belgrano superó sus propios límites. Tras una odisea en la ruta y desafiando la lluvia, el árbol gigante llegó al festival "Gilbert se ilumina" para ser compartido entre vecinos y emprendedores.

La tradición de la Chocolatería Carpa Azul de celebrar la Navidad a lo grande ha alcanzado una nueva altura. Este 8 de diciembre, en la localidad de Gilbert, Paola Fernández y su familia develaron —y posteriormente rompieron— una estructura impresionante: un árbol de Navidad de 2,45 metros de altura y más de 110 kilos de chocolate con maní.

Este hito marca el tercer año de una iniciativa que comenzó en Pueblo Belgrano (1,17 mts), creció en Gualeguaychú (1,70 mts), y ahora se consolida en el interior del departamento con dimensiones récord.

Ingeniería familiar y "costos impagables"

Detrás de la majestuosidad del árbol hay un arduo trabajo artesanal. La confección demandó 10 días de trabajo intenso, con jornadas de 8 de la mañana a 10 de la noche. "Es el equipo: mi hija Ana Paula y yo haciendo la base y pegando las hojitas, y Lautaro, que hace la estrella todos los años", contó Paola en la entrevista.

La estructura requirió un diseño especial con alambre y tornillos para soportar el peso del chocolate de primera calidad, el maní, el acetato y el polvo dorado.

El dato: Paola confesó con humor la realidad emprendedora: "Si tengo que sacar el costo hoy, es impagable. Vamos comprando una o dos cajas por mes durante todo el año; llegado el momento cerrás los ojos y no ves los números".

La odisea en la Ruta 20: "Mariano, tenemos un problema"

El traslado desde la fábrica en Pueblo Belgrano hasta Gilbert fue una aventura en sí misma. Siendo la primera vez que la obra salía a la ruta, la logística falló horas antes del evento.

"El camión tenía dos metros de caja, pero las guías de la puerta nos quitaban 10 centímetros y el árbol no entró", relató Fernández. Eran las 8 de la noche del domingo. Ante la crisis, llamaron al intendente de Gilbert, Mariano Lacoste, quien no dudó: fue a buscarlo personalmente en su camioneta.

Envolvieron el árbol en múltiples capas de film y emprendieron el viaje de madrugada. Fue una travesía lenta y cuidadosa por la Ruta 20, circulando a 40 km/h para evitar que los baches dañaran la obra, llegando finalmente a destino a la 1:30 de la mañana.

Un festejo que venció al clima

La presentación en el evento "Gilbert se ilumina" estaba planificada al aire libre, pero la lluvia obligó a activar el "Plan B" y trasladar la celebración a los galpones del ferrocarril. Lejos de opacar la fiesta, el cambio concentró la calidez del encuentro.

"La gente acompañó al 100%. Los emprendedores vendieron todo, se quedaron sin comida", celebró Paola. El evento tuvo un fuerte componente solidario: a pedido de Carpa Azul, el municipio gestionó que los 27 emprendedores participantes no pagaran canon, permitiéndoles capitalizar todas sus ventas en un contexto económico difícil. "Los proveedores te respiran en la nuca, así que pedimos que sea gratis para ellos", explicó la emprendedora.

El destino final: Compartir

A diferencia de las obras de museo, este árbol tiene un propósito efímero. "No es para estar expuesto una semana. Nosotros lo terminamos el domingo y el lunes se rompió", explicó Paola. El momento culminante fue cuando el árbol fue partido para ser compartido entre todos los vecinos de Gilbert, Santanita y Urdinarrain que se acercaron, cumpliendo el objetivo real: ser una excusa para el encuentro.

La iniciativa fue declarada de Interés Legislativo por la Cámara de Diputados de la Provincia, una distinción impulsada por la diputada Érica Vázquez que tomó por sorpresa a la familia.

De cara al futuro, el árbol será itinerante. "A partir de noviembre haremos una votación en Instagram. Queremos que la gente elija a qué pueblo de la microrregión quiere que vaya el árbol", anunció Fernández, invitando a localidades vecinas a postularse para la próxima Navidad. 

 



Autor:Javier Vilaboa

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